Renault ZOE con batería de 41 kWh, el coche eléctrico ideal para la ciudad
Los coches eléctricos representan todavía una ínfima parte del mercado automóvil de nuestro país. Sin embargo, el interés por este tipo de coches es enorme. Y, obligados también por las normas europeas, cada vez son más los fabricantes que tendrán en su catálogo en un futuro cercano un coche eléctrico. Y no hablamos solamente de marcas premium o de lujo, también de generalistas, como Hyundai con su recién estrenado Kona eléctrico. De momento, pudimos probar durante una semana el coche eléctrico más vendido en España, el Renault Zoe.
El Renault Zoe lleva en el mercado desde 2012. En 2015 recibió un nuevo motor, más eficiente, y que le dio así 30 km más de autonomía. Ésta llegaba hasta los 170 km en condiciones reales de uso. Pero desde 2017 ha dado un paso importante con una nueva batería con una densidad energética prácticamente multiplicada por dos. De los 22 kWh de 2015, pasamos a 41 kWh desde 2017. Renault habla así de una autonomía en condiciones reales de uso de hasta 300 km (200 km en invierno con temperaturas realmente frías).
Con una infraestructura de recargas rápidas para viajes todavía incipiente en nuestro país, estos 300 km de autonomía del Zoe son suficientes para poder atraer a un mayor número de potenciales clientes. Y es que con 300 km para el día a día, en la mayoría de los casos, es más que suficiente. Además, no olvidemos que el Zoe es un coche con vocación urbana.
Tampoco debemos olvidar que la compra de un coche eléctrico implica tener un punto de carga en el domicilio o en nuestra plaza de parking. Si el coche va a dormir en la calle, a día de hoy un eléctrico es una mala idea. Se puede comprar y utilizar igualmente, pero es algo que condicionará mucho nuestra movilidad. Y, por cierto, en los garajes comunitarios sí podemos instalar un punto de recarga en nuestra plaza, le guste o no a la comunidad de vecinos. (Te contamos aquí cómo instalar un punto de carga en tu parking).
Diseño, dimensiones
Una vez que tengas tu punto de carga en tu parking, el Renault Zoe destacará más por su diseño que por estar enchufado. El diseño no es el de un coche eléctrico, aunque sí se ha cuidado la aerodinámica, sino el de un Renault futurista a la vez que realista. Dicho de otro modo, siempre pensé que el Zoe habría sido una propuesta más original para el Clio que el diseño actual.
El frontal, con sus faros afilados y el imponente rombo en medio (que esconde el enchufe) tiene un aire de Clio cibernético. La zaga, sin embargo, es más suave y redondeada. Curiosamente, al final, el coche tiene un cierto aire nipón que le permite destacar en medio de la gama Renault.
Eso sí, a pesar de su corta longitud de 4.084 mm (es 2 cm más largo que un Clio) y anchura de tan sólo 1.730 mm (-1 mm con respecto al Clio), el Zoe es un coche alto. Mide 1.562 mm, cuando un Clio mide 1.448 mm y un Captur 1.556 mm. Sin duda debió ser una exigencia para poder alberga la batería en el suelo y mantener una habitabilidad bajo techo suficiente.
Tecnología
Desarrollada en colaboración con LG Chem, la nueva batería tiene que ofrecer mucha más autonomía que la anterior al mismo tiempo que respetar tres imperativos impuestos por Renault. El primero fue limitar el coste. La nueva batería cuesta 1.500 euros más. El segundo fue el peso. Una batería ya pesa bastante como par air aumentando el peso a lo loco.
Renault impuso un máximo de 50 kg más, de lo contrario no les compraban la batería. En este caso, pesa 21 kg más que la antigua batería de 22 kWh para un total de 305 kg. Y el tercer imperativo era que la nueva batería no implicase un cambio en la estructura del coche. Es algo que habría disparado los costes de tal manera que haría el Zoe 40 inviable.
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